Ya habéis sabido nuestra partida [...]. Mas yo pienso que nuestro regreso ha sido querido por Dios para que las cosas que hay en el mundo puedan ser conocidas.

Deo gracias. Amen.

Del final del libro: Marco Polo. Libro de las Maravillas.


El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día.
Paulo Coelho

domingo, 28 de julio de 2013

SUBIMOS AL "PERESTROIKEN" Y ESTAMOS EN BERGEN

Tal como habíamos anunciado en la entrada anterior, ayer sábado 27 subimos a El Púlpito –el Preikestolen o Perestroiken- y, desde allí pudimos ver el magnífico fiordo de Lyse (Lysefjord o fiordo de la luz). 



Para llegar a él, antes de ponerse a andar, hay que hacer una travesía de 40 minutos en ferry por el fiordo de Stravanger y llegar a la población de Tau; allí se toma un bus, otros 40-45 minutos,  que lleva hasta el lugar donde inicia el camino de subida al Preikestolen. Es una marcha de subida de unas 2 horas y otras 2 de bajada –eso anuncian, nosotros tardamos en subir 1 hora y 35 minutos y en bajar 1 hora y cuarto con parada para comer algo- de un camino muy preparado pero que tiene repechos durillos (alternando con algunos tramos llanos que permiten reponerse). En realidad, es una romería: se trata de la ruta más transitada de Noruega, por lo tanto me imagino algo parecido a la Ruta del Cares un fin de semana de agosto: mucha gente, niños, ancianos, perros,… pero –sospecho- mucha gente poco informada de lo que se van a encontrar (vimos ancianos con dos muletas asfixiados, gente con zapatillas playeras (del “dedo”), etc. Cuando empiezas a subir, como todos hemos llegado en los mismos autobuses al principio hay muchísima gente pero, a medida que se asciende, la ruta se va despejando un poco; aunque siempre hay bastante gente. 


En lo alto del Preikestolen había mucha gente –era sábado-, todo el mundo queriéndose hacer fotos a la vez. La vista es, realmente, espectacular: se tiene una visión frontal del fiordo que, como hacía un día soleado, era muy luminosa y lejana. Estuvimos  un rato reponiendo fuerzas y haciéndonos unas fotos y tomamos la ruta de descenso (y seguía subiendo muchísima gente).



Os dejo unas fotos del trayecto, la subida y desde el Perestroiken: esta vez todas son mías.


El resto de la tarde la dedicamos a descansar un poquito en el hotel, dar un paseo por el puerto con la feria gastronómica que había este findesemana, nos tomamos una birrilla y nos fuimos a cenar y a descansar.


Hoy hemos viajado desde Stravanger a Bergen: lo hemos hecho en un cómodo ferry que ha tardado poco más de cuatro horas. Islas, canales, pueblecitos, colinas, bosques, cabañas de madera, alguna pequeña plataforma petrolífera, barcos de vela, barcos vikingos, cargueros, explotaciones de acuicultura, un poquito de lluvia: la primera desde que estamos por esta tierras del norte de Europa después de todos estos días soleados y hasta con calor.



Ya por la tarde, en Bergen, tras llegar al hotel nos ha caído una fuerte tormenta, que ha alternado con ratitos de sol y de viento. Tiempo variable.



Bergen es una población muy bonita, al menos lo que nos ha dado tiempo a ver antes y después del chaparrón: casitas de madera en el puerto hanseático que están declaradas como Patrimonio de la Humanidad. Hay muchos españoles por aquí. Mañana, con previsión de lluvia, lo dedicaremos a seguir visitando Bergen, subir en tren cremallera a una montaña cercana y visitar alguno de los muchísimos museos que tiene la ciudad. El martes, que parece que mejorará el tiempo iremos a ver fiordos… pero eso ya lo contaremos en otra entrada.

  
Besos.

2 comentarios:

  1. Muy bonito pero hay que estar un poco entrenado sino debe costar bastante llegar al Púlpito

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  2. Pero niños quien os ha dicho de subir alli,como lo vea tu madre, Veguita te da unas collejas.....madre mía solo verlo en fotos a mi me perestoikea toa.....bss

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